Otura 15-abril-2008. El Plan Director diseñado por la Concejalía de Obras y Servicios del Ayuntamiento, se completará en cinco fases y supondrá la construcción de nuevas rotondas y la acometida de importantes obras en las calles.

Es el plan más ambicioso para los próximos cuatro años y tiene como cometido, nada más y nada menos, que hacer una urbanización ordenada y moderna en Otura. El presupuesto con el que cuenta es de unos seis millones de euros y las actuaciones comenzarán a verse en verano. El Ayuntamiento quiere dar calidad de vida a sus vecinos.

El Plan se desarrollará en cinco fases y la primera se acometerá en la carretera principal de entrada al municipio. Según ha explicado el concejal de Obras y Servicios, Ignacio Pérez Cabrera, se han proyectado tres rotondas. En esta primera actuación, lo que pretende el equipo de gobierno es dotar a la zona de un carácter más urbano y facilitar el tránsito de coches y de personas.

El Plan Director lo han diseñado arquitectos jóvenes que conocen muy bien las características del pueblo y sus necesidades. También son paisajistas y han sabido incluir muy bien la identidad del municipio.

Aceras más anchas, aparcamientos, un bulevar, regular el tráfico, colocar más señales o mejorar toda la red de saneamiento y abastecimiento son algunos de los objetivos que se llevarán a cabo durante los próximos años. En la segunda fase, el equipo de gobierno ha incluido la remodelación de la carretera de Dílar.

Encuentro del Delegado Provincial de Obras Públicas y técniicos de este Departamento con los alcaldes de Armilla, Churriana de la Vega, Cúllar Vega, Vegas del Genil, Las Gabias, Alhendín, Padul, Dúrcal y el concejal de Tráfico y Transportes de Otura.

Ignacio Pérez Cabrera, concejal de Tráfico y Transportes del Ayuntamiento de Otura mantuvo días pasados un encuentro con los alcaldes de Armilla, Churriana de la Vega, Cúllar Vega, Vegas del Genil, Las Gabias, Alhendín, Padul y Dúrcal además de con el delegado de Obras Públicas, técnicos de este departamento y responsables del Consorcio Metropolitano del Transporte para estudiar los corredores alternativos al cierre de la calle Real de Armilla. También para asumir un compromiso de colaboración en favor de un tránsito rodado que pueda ser lo más fluido posible.

En la memoria de todos los presentes en la reunión se encontraba el caos de tráfico vivido en el pasado mes de octubre, cuando los usuarios de la vieja carretera que atraviesa Armilla (la N-323-a) se encontraron de golpe y porrazo con las primeras actuaciones previas a las obras del metro, que obligaron a cortar uno de los carriles y a dar paso de forma alternativa a los vehículos que se dirigían a Granada y a los que volvían de la ciudad.

Muchos conductores a los que en esas fechas atrapó el monumental atasco de tráfico no cesaban en preguntar a los operarios que se encontraban en la carretera por dónde podían acceder al municipio una vez eran desviados por una vía alternativa, la que entonces se planteó por el Camino del Cementerio.

El problema de entonces es que el atasco se produjo en la rotonda de mayor tránsito en Armilla y los coletazos se sintieron hasta en la Circunvalación de Granada y en los accesos a otros municipios.

Las administraciones implicadas en las obras no quieren que vuelva a ocurrir una situación similar, máxime cuando hay voluntad por parte de todas ellas de colaborar en todo: desde la participación de las policías locales de cada municipio a suministrar todo tipo de información.